10 de octubre de 2008

Es bueno que enseñe, a mas de uno le hace mucha falta



Revista GENTE 2005 - Cecilia Rognoni

“Las Leonas necesitamos sangre nueva”


A los 29 años es una jugadora clave de la Selección argentina de hockey. Hace poco declaró que el equipo sufría un aburguesamiento y encendió la polémica. A ocho meses del Mundial de España dice que es necesario incorporar jóvenes. Sobre las arenas del Pinar contó que volvió a la Argentina con un novio holandés que produce comida para perros y “es bastante más lindo que el príncipe Guillermo”

Ay, me muero de vergüenza!”, confiesa María Cecilia Rognoni (29), una de las jugadoras clave de la Selección argentina de hockey, mientras posa en bikini, sensual ante la cámara, después de haber brindado una clínica en el parador Movistar Terraza del Alba de Pinamar.
“Mirá que no soy una modelo...”, agrega, y luego cuenta que espera ansiosa la llegada del próximo torneo mundial que se jugará en España desde el 27 de setiembre. Su puesto es el de líbero en el equipo de Las Leonas, y sus buenas actuaciones le valieron ser elegida como Mejor Jugadora del Mundo en 2002, año en que recibió el Olimpia de Plata y el de Oro. “Fue mi mejor temporada, sin ningún tipo de dudas”, aclara. Los últimos tres años los jugó en Holanda, y ahora regresó al país –y a su club de siempre, Ciudad de Buenos Aires– con su mejor trofeo: su novio Daan, de 31 años, productor de comida para perros, con el que piensa casarse y tener hijos, “pero no ahora”, aclara presurosa.

De su novio holandés hablamos en un rato. Ahora, acláreme un tema que levantó polvareda: ¿Por qué dijo que Las Leonas, equipo que usted integra, estaban sufriendo un aburguesamiento?
–(Sonríe) En realidad, hice una crítica constructiva al sistema. Nuestro deporte tiene talentos como para estar en el podio por muchos años más. Y entonces di mi opinión, porque pienso que en los últimos tiempos no crecimos tanto porque no hubo una renovación. Pero me parece que se interpretó de otra manera.

–¿Se refería al equipo?
–No quiero entrar en polé
micas, pero me refería a un sistema global, donde entran dirigentes, cuerpo técnico y jugadoras. Se entendió de otra manera, pero ya me juntaré con mis compañeras a charlar… A lo mejor, ni hace falta. Pero es indiscutible que Las Leonas necesitamos renovación, sangre nueva. ¿Quién puede negarlo?

–¿Qué se debe mejorar?
–En las clínicas que hice en Pinamar la gente me preguntó sobre el tema. Respondí que en todos los aspectos de la vida, en cualquier ambiente, uno tiene un crecimiento, un desarrollo, llega a un punto máximo, y después viene la decadencia… ¡Es inexorable! Entonces, para evitar esa decadencia, hay que renovar, sobre todo a la gente. Lo que sostengo es que en los últimos tres años no ingresaron jugadoras nuevas a la Selección, y eso puede repercutir en el futuro.

–¿Cuando usted era juvenil pasaba lo mismo?
–No. Cuando tenía 18 años empecé con la Selección mayor. Y recién jugué mi primer torneo a los 21. Estuve tres años entrenando con gente grande, viajando, aunque quedando afuera. Entonces fui creciendo y madurando como jugadora. Lo que observo ahora es que en los últimos años no se incorporaron talentos jóvenes para que entrenaran junto a nosotras. Ese es mi pensamiento, positivo por supuesto, donde me involucro. Porque yo, dentro de un par de años, quiero sentarme con mis hijos a ver a Las Leonas jugando finales. No deseo que se retire esta generación todo termine.

–¿La presencia de Gabriel Minadeo en lugar de Sergio Vigil en la dirección técnica no posibilitó esta renovación?
–Hubo cambio de técnico, pero se mantuvo más o menos la misma estructura. Quiero que se entienda que sólo hice una crítica constructiva, que en todos los órdenes de la vida se necesita incorporar a los más jóvenes. Me gustó que ahora llamaran a chicas del Junior, que van a empezar a entrenar con las mayores.

–Habló de ver los partidos de Las Leonas en el futuro junto a sus hijos. ¿Está pensando en ser mamá?
–Todavía no. Por ahora pienso en el hockey. Quiero ganar el próximo Mundial. Y después sí, desarrollar mi carrera profesional. Soy licenciada en Turismo y tengo una agencia de viajes que se llama Cecilia Tour. La abrí en abril de 2005 en pleno centro porteño, Córdoba y Suipacha, y mi idea es empezar a crecer también en lo que estudié, lo que me gusta y de lo que voy a vivir.

–¿Piensa despedirse del hockey después del Mundial?
–Puede ser después del Mundial o de los próximos Juegos Olímpicos de Shanghai 2008. Todavía no lo decidí. Por ahora tengo ganas…

–¿Qué le aportó jugar en Holanda?
–Fueron tres años muy positivos. Crecí mucho como persona y como deportista.

Y consiguió novio holandés, me contaba…
–Es verdad, fue antes de regresar a la Argentina.
–Entonces podríamos decir que es una especie de Máxima Zorreguieta del deporte.
–¡Sí! La copié a Máxima, a quien me hubiera encantado conocer... Eso sí, mi novio es un poquito más lindo que el príncipe Guillermo, ja, ja, ja.

–¿Cuánto hace que atrapó al holandés?
–Siete meses. Pero no lo atrapé, lo enamoré.

–¿Se va a casar?
–No, todavía no. Ahora él se vino a vivir acá conmigo, tiene 31 años y produce comida para perros. Quiere vender y exportar. Si fracasa lo mandaremos a laburar de algo. Y si no, le ladro.

–Y bueno, usted es su cachorra.
–¡Salí de acá!

Maestra
Rognoni dio una clínica de hockey en el parador Movistar Terraza del Alba junto a la ex Leona Jorgelina Rimoldi. “La gente me preguntó sobre la Selección. Yo lo que le dije fue que en los últimos tres años no ingresaron jugadoras nuevas, y eso puede repercutir en el futuro. Es una crítica donde me involucro”, aclaró.

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